Enseñar con el corazón

Diez ejes esenciales para aprender al enseñar La emoción y la alegría de iniciar un año nuevo en el escenario escolar caracteriza a los educadores y educadores quienes con compromiso, dedicación y esfuerzo tienen la disposición para participar en el proceso del aprendizaje. Aventuras, experiencias y desafíos se enfrenta anualmente mientras conocen a la niñez, sus familias y la comunidad escolar para diseñar, planificar y promover oportunidades para que la niñez construya su conocimiento. En este nuevo año escolar es importante: 1.Abogar por la niñez y sus familias. 2.Promover una educación apropiada y pertinente al contexto sociocultural. 3.Fomentar la investigación y exploración continua a través del uso de elementos sensoriales: concretos y semi concretos. 4.Propiciar el desarrollo del lenguaje al leer literatura infantil auténtico y generar oportunidades para escribir. 5.Generar espacios para desarrollar destrezas socioemocionales como el autoconocimiento, autocontrol, relaciones interpersonales, sensibilidad social y cultural; y la toma de decisiones responsables. 6.Construir junto a la niñez oportunidades para crear, imaginar, dramatizar y participar en experiencias musicales. 7.Desarrollar experiencias para el logro de las destrezas locomotoras, no locomotoras, manipulativas al realizar juegos activos. 8.Trabajar en equipo con los colegas y familias. 9.Promover la integración e inclusión de todos los niños y niñas. 10.Disfrutar y amar el proceso de aprender al enseñar. Auguramos el éxito de este nuevo año escolar y exhortamos a continuar promoviendo la educación apropiada para la niñez. _______________________________________________________________________________________

El acto de enseñar requiere el coraje y la valentía de explorar su propio sentido de identidad.
La identidad de un maestro es la base fundamental para lograr conocer, apreciar y respetar a los estudiantes. Hay que sentir nuestro propio ser, y vivir lo que es ser maestro.
Parker Palmer (1988) señala la importancia de mirarnos e identificar nuestra identidad e integridad de la enseñanza . Para lograrlo el maestro tiene que construir significados desde la propia experiencia de ser maestro. La identidad e integridad de la enseñanza comienza con la reflexión y el establecer las metáforas de la educación.
Palmer (1998) invita a los maestros a establecer la siguiente frase para completar la metáfora:
Al enseñar de la mejor manera que puedo, soy como . . .
Las metáforas pueden ejemplificar realidades y pueden ser una guía para experiencias y acciones futuras en la educación. (Lakoff y Johnson, 1986). En esencia, las metáforas crean los atributos de un objeto, persona o algo en particular, y nuestra experiencia; por lo que pueden ser profecías de auto cumplimiento.
Nosotros los educadores tenemos que reflexionar y elaborar nuestras metáforas en torno a la educación, a la niñez, al papel de la familia y en fin al proceso educativo.
Es interesante cómo nosotros los educadores vislumbramos nuestra labor. Palmer indica que tenemos que ir creciendo con valentía para enfrentar lo maravillo de ensenar. Me reafirmo en la necesidad de que nosotros los maestros ensenemos con la razón y con el corazón en la mano.
Referencias
Lakoff,G. & Johnson, M. (1986). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra.
Palmer, P. (1998). The courage to teach. San Francisco, CA: Jossey Bass.